Manuel Teruel - Moneda Única
Presidente del Consejo Superior de Cámaras.

«La Cámara de España será la referencia en internacionalización empresarial”

Si algo caracteriza a Manuel Teruel es su capacidad de trabajo y voluntad de sacrificio. Tenaz y noble como buen aragonés, Teruel es el arquetipo de hombre hecho a sí mismo, de empresario creador de empleo y de riqueza. Y, sin pretenderlo, pasará a la historia por ser el primer empresario sin vinculación política que accedió a la presidencia de las Cámaras de Comercio y por liderar el proceso de reconversión y modernización de estas instituciones centenarias.

La nueva Ley de Cámaras, en realidad supone una reinvención de todo el sistema cameral. ¿Cómo van a ser las nuevas Cámaras?

Evidentemente la nueva Ley de Cámaras es una reinvención porque hay un cambio sustancial que es el modelo de financiación. Antes todas las empresas pagaban una cuota obligatoria a las Cámaras que ahora se deja de pagar. Si hubiera que definir aspectos estratégicos de la Ley, el primero de ellos es que todas las empresas pertenecen a las cámaras por el mero hecho de ser empresas, porque es su derecho. Parte de los órganos de representación de las Cámaras hoy por hoy se elijen por sufragio universal y para ejercer el sufragio universal hay que tener el censo del cien por cien de las empresas. Es un derecho y no una obligación, porque no se les exige contraprestación de ningún tipo.

La internacionalización y la formación ¿seguirán siendo los ejes prioritarios de actuación de las cámaras?

Otro aspecto importante es que la Ley fija unas líneas de actuación, que fundamentalmente se basan en dos grandes áreas. Por un lado el Plan de Internacionalización, lo que ha sido durante muchos años el Plan Cameral donde se coordinarán las acciones que plantee el Ministerio de Economía a través del ICEX, con las de las comunidades autónomas y las de las propias cámaras, y que tendrá que adaptarse a los nuevos tiempos. El objetivo es que la Cámara de España sea un referente de la internacionalización empresarial. El otro área importante es el Plan de Competitividad que, curiosamente, en Francia ya lo han incorporado para que las Camaras sean los gestores de los planes de competitividad del Gobierno por ser administraciones de cercanía a las pequeñas y medianas empresas. Son dos programas directamente relacionados con la emprendeduría, porque las Cámaras vamos a ser muy sensibles con todo lo que sea la ayuda a la creación de empresas y la ayuda a los servicios para que puedan continuar su actividad.

Y, ¿respecto a la formación?

La formación dual es otro vector estratégico, pero quiero dejar muy claro que las Cámaras no vamos a hacer formación dual. Nosotros lo que hacemos es el control de la calidad del modelo, tanto en lo que se refiere a la formación pedagógica como a la capacitación de los centros y la evaluación posterior, porque en la formación dual hay una evaluación del centro, del alumno y del tutor. Ese es el papel que juegan las Cámaras, ser los garantes de la calidad.

También serán referencia en el impulso al arbitraje.

Aquí, queremos ser un referente importante de arbitraje, no sólo de proyectos o de problemas internacionales, sino que en cada Cámara se va a formar un potente servicio de mediación y arbitraje.

La transformación del Consejo Superior de Cámaras en la Cámara de España. ¿Es un mero cambio de denominación o tiene mayor trascendencia?

Es más importante. Hasta ahora el Consejo Superior es una entidad de servicios para gestionar proyectos que afectan a varias Cámaras, para las tramitaciones ante proyectos europeos, y para desarrollar labores de coordinación. La Cámara de España va a tener una función más potente, porque no sólo va a integrar a las Cámaras en el interior, sino también a la Cámaras en el Exterior. Es decir que los grandes proyectos y servicios de las Cámaras de Comercio, dentro y fuera, se coordinarán por la Cámara de España. Es importante también porque hoy hay muchos aspectos en los que la dimensión es necesaria, por ejemplo para la tramitación de proyectos en Bruselas, que luego la Cámara de España distribuirá.

Estos servicios ¿no entran en competencia directa con los que prestan las empresas?

No. Muchos de los servicios que la Ley va a encomendar a las Cámaras se van a externalizar, pero la calidad y la garantía del servicio serán las Cámaras. Por ejemplo, en el comercio exterior, el año pasado la única institución que resolvió 730.000 problemas concretos de los exportadores fueron las Cámaras. Y eso pasa también con la formación. De verdad, si las Cámaras de Comercio hubieran desaparecido, hoy habría que volver a crearlas.

La Ley les obliga también a una máxima transparencia.

Aquí también nos diferenciamos del resto de las instituciones. Somos la única entidad que va a llevar además de la intervención del Estado en la parte pública, una auditoria privada. Es decir somos la única entidad que va a tener un doble control. Por eso, nosotros la Ley de Transparencia la cumplimos y la aplaudimos. Porque hay que dejar muy claro que los órganos electos de las Cámaras, vocales, presidentes o secretarios, cobramos cero euros.

El aspecto más trascendente ha sido el cambio en el modelo de financiación, una vez que ha desaparecido la financiación obligatoria a través del recurso cameral.

La financiación fundamental va a ser de los propios servicios. Quien reciba un servicio va a tener que pagarlo. El servicio gratuito se acabó. Ocurre que hay determinados servicios, sobre todo en la pequeña y mediana empresa, que es donde más vamos a focalizar nuestra actividad que intentaremos cofinanciar con las administraciones autonómica, central y con los fondos comunitarios. Para eso, nuestro reto es, dentro de las competencias que nos da la Ley, definir unos servicios de calidad. La financiación nunca más va a ser de cuotas obligatorias. Si habrá cuotas voluntarias porque las empresas que más paguen de forma voluntaria tendrán una representación más directa en las nuevas Cámaras.

Esa fórmula puede llevar a pensar que las grandes empresas van a comprar su representación en los órganos de decisión de las Cámaras.

Quién quiera comprar un asiento en los órganos de dirección de las Cámaras será porqué piensa que es importante para él. Y esa importancia será en clave de servicios, de utilidad, y eso tiene un coste. Además, para las grandes empresas y para las multinacionales la Cámara de España va ser de gran utilidad, pero la mayoría de los servicios van a estar dirigidos a las pequeñas y medianas empresas que, además, van a estar también mayoritariamente representadas en los órganos de elección directa, porque el sufragio universal es para todos.

Se habla también de que la supresión del recurso cameral va a llevar a la desaparición de muchas cámaras territoriales.

Ese es un problema territorial. Nosotros en la Ley hemos intentado que haya cabida al menos para una Cámara por provincia. Pero no cabe duda de que a la hora de la prestación de servicios será la red cameral. Entonces será cada comunidad autónoma, en función de su territorio, la que acabe decidiendo el mapa. Es un problema autonómico.

Y, mientras se consolida el nuevo sistema de financiación habrá un periodo transitorio. ¿Cómo van a subsistir las Cámaras?

En el año 2013 están subsistiendo de las reservas y lo lógico es que en 2014 arranquemos ya con el nuevo modelo. Mientras tanto, una de las gestiones que estamos mirando es pedir un crédito al ICO, a precio de mercado y con la garantía del patrimonio de las propias Cámaras y para devolver el dinero -que no estamos hablando de subvención- que haga llevadera la transición.

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