2014 es un año de elecciones en Brasil, por lo que hasta 2015 no se volverá a plantear el concurso del tren de alta velocidad entre Río de Janeiro y Sao Paulo.
El aplazamiento de la obra se anunció en agosto por no haber suficientes consorcios pujando por el concurso. Durante el año que viene se licitará el proyecto de ingeniería y después, el de material rodante, en el que participarán las empresas españolas. De esta forma las empresas españolas ganan margen de tiempo para seguir colaborando y presentar una única oferta, o al menos esa es la intención del Ministerio de Fomento español.
En mayo se anunció la creación de un consorcio encabezado por Talgo, Elecnor y Cobra (ACS) con el respaldo de las públicas Adif, Renfe e Ineco. Por otro lado, aunque no de forma oficial, CAF, competidor de Talgo, quiso presentar candidatura alternativa, integrada, entre otras, por las españolas Isolux, Telvent y la italiana Ansaldo. El contrato de alta velocidad entre Sao Paulo y Río está valorado en su conjunto en 13.000 millones de euros.
Por último, entre el 26 y el 27 de noviembre se celebrará un foro en Sao Paulo, en el que participarán 50 empresas procedentes de diversos sectores (energía, construcción y turismo, entre otros) para potenciar las inversiones españolas en el país iberoamericano. A este encuentro acudirán el Príncipe Felipe y el ministro de Industria, José Manuel Soria, así como el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz. La capital del país, Brasilia, destinará 40.000 millones de euros hasta 2020 en nuevas licitaciones.