En total, se trata de 44.000 millones de euros en ayudas prometidas al país, cuya entrega está retrasada.
Grecia ha llevado a cabo las reformas que se le exigían para obtener al menos el mayor de los tramos de esta ayuda, 31.200 millones de euros bloqueados.
Los ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) hablaron este sábado por teléfono y se pusieron de acuerdo sobre una base de negociaciones con el FMI» sobre los medios para reducir la deuda griega.
Los 17 países de la zona euro, el FMI y el BCE ya decidieron otorgar dos años suplementarios a Grecia para que ponga sus finanzas en equilibrio, en 2016 en lugar de 2014. Esta dilación tendrá para ellos un coste suplementario de 32.000 millones de euros.
Pero aún deben hallar una solución consensuada sobre el futuro de la deuda griega. Hace dos semanas quedó claro el desacuerdo entre Lagarde, que quiere que Grecia reduzca su deuda pública a 120% del PIB en 2020, y el Eurogrupo, partidario de retrasar este objetivo hasta 2022.
La solución más fácil sería sin duda borrar parte de la deuda griega por parte de los acreedores públicos, inspirándose en lo que ya aceptaron hacer los bancos privados a principios de 2012. El FMI es favorable a la idea, pero el BCE se opone, al igual que Alemania.
Los ministros de Finanzas de la zona euro acordaron reducir los tipos de interés de los préstamos bilaterales ya otorgados a Atenas dentro del primer programa de ayuda a Grecia, pero sin fijar todavía cuáles serán las nuevas tasas así como dar al país una parte de los beneficios realizados por los bancos centrales nacionales y el BCE sobre los bonos griegos que poseen.