Coriseo González-Izquierdo - Moneda Única
Entrevistas

Coriseo González-Izquierdo

Consejera Delegada del ICEX.

El apoyo a la internacionalización de las empresas no debe limitarse sólo a subvenciones

Coriseo González-Izquierdo se confiesa una “apasionada del ICEX”, organismo en el que ya desempeñó una acreditada labor como directora de la División  de Productos Industriales y Tecnología y al que ahora vuelve como Consejera Delegada para dirigir este buque insignia de la exportación española en una etapa que podríamos calificar como la de su refundación. Licenciada en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales y Master en Administración Pública por la Universidad de Harvard, Coriseo pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Afable, extrovertida, pero con un gran sentido de la responsabilidad, ha sido gestora del Banco Mundial para el desarrollo de Infraestructuras y Sector Privado para el Norte de África y Oriente Medio y consejera jefe de las oficinas económicas y comerciales de España en Ghana, China, Jordania e Irak.

Tras la integración de Invest in Spain y la conversión del Instituto en una entidad  pública empresarial, ¿cuáles son las misiones del nuevo ICEX y cuál va ser el cambio de su actividad en el apoyo a la internacionalización de las empresas?

En esencia el ICEX va a seguir siendo un organismo de referencia en el apoyo a las empresas españolas para impulsar su expansión en los mercados exteriores y apoyarla no sólo en la actividad exportadora, sino ahora también en todas las fases de su proceso de internacionalización. Vamos a apoyar de manera más fuerte a las empresas que comienzan su actividad en el exterior. Y queremos insistir en que no sólo es importante el apoyo financiero o en promoción exterior. También los apoyos en asesoramiento, logística, institucional, de resolución de problemas o barreras aduaneras y no aduaneras, emisión de certificaciones… Toda una gama de oferta de servicios en la que estamos trabajando en colaboración con el resto de Ministerios que forman parte del Grupo Interministerial de Internacionalización que coordina la Secretaría de Estado de Comercio.

Y, esta transformación, ¿cómo puede ayudar a aprobar esa asignatura pendiente de nuestra internacionalización que son las pymes?

Nuestras prioridades son la iniciación en la actividad exterior y la diversificación de mercados. Además, hemos reestructurado las divisiones del ICEX porque creemos que es necesario adaptarse a la diversificación de los servicios, a las nuevas actividades en sectores tecnológicos y porque sabemos que en estos momentos no te puedes seguir estructurando en sectores de la forma tradicional. Nuestro papel es apoyar a las empresas pero no competir con el sector privado. El ICEX  atiende cerca de 90.000 consultas al año y a unas 40.000 empresas. Ofrecemos servicios de identificación de oportunidades de negocios, de contactos, estudios de mercado, informes sobre el marco legal y normativo del país, promoción, etc. La demanda de servicios personalizados en destino ha aumentado un 40 por ciento, y estimamos  que este año atenderemos a 3.300 empresas. Y como ejemplo del trabajo que esto conlleva basta decir que el esfuerzo de asesoramiento de pago es equivalente a dedicar a una persona una jornada entera de trabajo. Y lo que tiene que quedar muy claro es que no cobramos absolutamente nada por el apoyo institucional.

Pero sí se ha empezado a cobrar por la prestación de los servicios personalizados.

Esto no sólo es consecuencia de la situación de crisis y de ajustes presupuestarios a la que todos estamos obligados, sino que también sabemos que lo que no se cobra no se valora y esa pequeña tarifa que cobramos nos sirve de filtro para saber cuál es el interés de las empresas y qué van a utilizar nuestros servicios. Estamos trabajando intensamente en atender la demanda de asesoramiento y atención personalizada individual a cada empresa.

Y, ¿de cara al objetivo de la diversificación geográfica de nuestras exportaciones?

En este contexto de crecimiento de la exportación, tenemos superávit comercial con la Unión Europea y con algunos de los principales países miembros. Estamos ya en un 63 por ciento de nuestras ventas en los mercados de la UE, en línea con los países centrales de la Unión. Pero fuera de la UE las ventas extracomunitarias han tenido un crecimiento espectacular, aumentando un 37 por ciento. Pero creemos que todavía queda mucho por hacer. Como también a nivel sectorial. En el sector industrial está exportando regularmente sólo una de cada cuatro empresas.

¿Esto significa que van a primar los planes de empresa en detrimento de los planes sectoriales?

Tenemos muy claro que el cliente final del ICEX es la empresa. Pero yo no plantearía una disyuntiva entre planes de empresa y planes sectoriales. Somos conscientes de que la aportación de las asociaciones sectoriales es importantísima porque ellos son los que mejor conocen las necesidades y las potencialidades de su sector, pero en estos momentos en que nos estamos apretando el cinturón, que estamos haciendo un esfuerzo muy amplio  en reducir las estructuras, tenemos que priorizar.

Sí. Porque el recorte presupuestario les ha reducido las dotaciones casi al nivel de hace diez años.

Es verdad que tenemos menos presupuesto, pero el papel de apoyo a la internacionalización no debe limitarse sólo a subvenciones. Hoy las empresas nos están pidiendo otro tipo de apoyos que no son los estrictamente financieros. Estamos muy dispuestos también a flexibilizar los instrumentos, a racionalizar las ayudas y a hacer más con menos. Con el esfuerzo de todos eso es posible.

¿De ahí, la conversión del ICEX en una especie de “ventanilla única” de los servicios públicos de apoyo a la internacionalización?

Nuestra obligación es gestionar el presupuesto de la forma más eficiente posible y una manera de hacerlo es aprovechar al máximo las sinergias. Queremos informar de qué otros instrumentos disponen otros organismos de la Administración como COFIDES, Cesce, etc, a través de esa ventanilla única. Se trata de centralizar toda la información de todos los apoyos financieros y no financieros y de todos los servicios en una ventanilla centralizada en el ICEX. Además intentamos ofrecer también un primer diagnóstico a la empresa con los instrumentos que le pueden ser más útiles y gestionarle los contactos.

Dentro de la reestructuración del organismo se ha hablado de integrar las oficinas territoriales del ICEX en las Cámaras de Comercio.

Lo que se está planteando es que haya una mayor implicación de las Cámaras en el asesoramiento sobre comercio exterior a las empresas. No vamos a una integración estructural de las oficinas territoriales de la Secretaría de Estado de Comercio en las Cámaras. Se trata más de una ubicación física, de la integración en un mismo edificio o una misma sede.

Un aspecto que llama la atención es la integración de Invest in Spain en el ICEX cuando la función de ambos organismos parece contradictoria, ya que uno busca atraer inversores extranjeros y el otro impulsar a las empresas españolas en el exterior.

En un contexto en el que estamos haciendo esfuerzos de reducción de gastos la integración supone muchos ahorros, pero también permite aumentar muchas sinergias entre ambas actividades. No debemos olvidar, por ejemplo, que hay muchas inversiones extranjeras que son responsables de una parte de nuestras exportaciones. De manera indirecta las empresas extranjeras en España son unos prescriptores de opinión muy importantes para dar a conocer cuál es la situación real de nuestro país, de nuestra economía, de nuestras empresas y sectores. Esto es muy importante. Las empresas españolas tienen una gran credibilidad en el exterior y ellas también pueden generarnos muchas sinergias para atraer inversores extranjeros hacia España.

Y, sin embargo, muchas de nuestras empresas con fuerte presencia internacional se lamentan de que hoy la Marca España es un lastre en su actividad.

Estamos haciendo los deberes como país para recuperar el prestigio de la marca España. Sabemos que tenemos un problema muy importante con la financiación y la Secretaría de Estado de Comercio está trabajando intensamente para solucionarlo. Por ello, el ICO está estudiando lanzar un nuevo catálogo de apoyo a los exportadores y a las empresas en el exterior. A pesar de todo estos problemas de financiación no son un obstáculo para que la tecnología, el servicio, la calidad, el diseño y la seriedad de las empresas españolas siga siendo muy reconocida internacionalmente, porque ellas se lo han ganado con su buen hacer.

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