Para esa ampliación, el presidente del banco, Ángel Ron, ha contratado los servicios de Boston Consulting Group y los de Eurocofin, la consultoría de comunicación de moda por sus relaciones con el nuevo Gobierno Rajoy, en concreto con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
Ron ha dejado claro al Banco de España que el Popular seguirá en solitario, lo cierto es que el resto es grande. Para entenderlo hay que reparar en el actual accionariado del Popular, de entre los grandes bancos el que posee una mayor participación de su propio Consejo en el accionariado. A día de hoy, antes de la mega-ampliación, la Sindicatura de Accionistas (y, dentro de ella, las familias clásicas, que hoy coordina Aparicio Valls, nada que ver con Luis Valls) posee un 9,65%. Le sigue la Fundación Barrié de la Maza, es decir la familia Arias, del Banco Pastor, con un 7,18%. Luego viene Allianz, con el 6.27%, seguido de Crédit Mutuel, con un 4,5% y de Americo Amorim, con el 4,1%.
Nada más conocerse el informe, Credit Mutuel, el gigante francés, declaró estar dispuesto a acudir a la ampliación de capital y hacerse con el control del Popular. Si no lo hace es porque el Banco de España le ha dejado claro que el Popular no puede acabar en manos francesas. Sin embargo, el FROB y el subgobernador Fernando Restoy, presiona para una fusión inmediata, e incluso propone Ibercaja, que no quiere ni fusionarse con Liberbank y que es mucho más pequeño que el Popular.