El primer ministro italiano decalró que: «Hemos constatado que hacer los deberes en casa es necesario, pero no es suficiente, ya que a medida que se realizan progresos en la política económica, se necesita un reconocimiento de la Unión Europea y de los mercados para que no persistan obstáculos en la prima de riesgo».
Ambos mandatarios además de analizar cuestiones bilaterales, trataron en otros temas cómo crear un clima para que la economía europea vuelva a tener una estabilidad.
Hollande explicó que habían coincidido en que las tres etapas cruciales a las que se enfrenta la eurozona ahora son «aplicar las decisiones adoptadas en el Consejo Europeo del 28 y 29 de junio», lograr resolver la situación en Grecia y España, y avanzar en la unión bancaria y monetaria.
El encuentro se produjo dos días antes de la reunión del Consejo Directivo del Banco Central Europeo (BCE), donde se espera que se anuncien las posibles medidas excepcionales avanzadas para aliviar la presión que se cierne sobre la deuda soberana de algunos países, como Italia y España.