La compra de títulos a corto plazo -hasta tres años- de países con problemas como España no puede considerarse financiación monetaria sino únicamente una ayuda temporal para dar tiempo a que las reformas surtan efecto y por tanto no contraviene los Tratados, apuntó Draghi.
La intervención del presidente del BCE se produce días antes de la crucial reunión del consejo de gobierno del 6 de septiembre, en la que está previsto que el BCE apruebe un nuevo programa de compra de bonos.
El presidente del Bundesbank, Jens Weidemann, ha hecho pública su oposición a que se reactive la compra de bonos por considerar que vulnera los Tratados, y podría generar adicción y disminuir la presión para que los países con problemas hagan reformas.
Draghi no ha adelantado ningún detalle de las medidas que se discutirán el jueves, aunque sí ha defendido la legalidad de su actuación, según varios eurodiputados presentes en el debate.