Draghi, explicó que una de las condiciones para que los mercados con problemas pidan la compra de la deuda soberana será que el antes el país con dificultades de financiación solicite ayuda al fondo de rescate temporal (FEEF) o permanente (MEDE).
Pero el BCE no exige que el país del que compre bonos se acoja a un programa de ajuste macroeconómico completo, como el que tienen ahora Portugal e Irlanda, sino que también aceptará la llamada línea de crédito preventiva, que es menos severa ya que tiene condiciones y procedimiento más suaves, se denomina Enhaced Conditions Credit Line (ECCL) y contempla líneas de crédito entre el 2 % y el 10 % del producto interior bruto del país que la solicite.
El presidente del BCE, que confirmó las malas perspectivas de crecimiento con una revisión a la baja de los indicadores, alertó de que nuevos ascensos descontrolados en la prima de riesgo podrían ensombrecer más el panorama económico. Además apuntó que podrían descontrolar la inflación, la mayor preocupación de Alemania y un argumento perfecto para defender la compra de deuda. Con esta justificación, Draghi detalló que las adquisiciones de bonos se limitirán a títulos con vencimiento de entre 1 y 3 años. Esas operaciones, de las que se informará con una transparencia sin precedentes, se desarrollarán hasta lograr los objetivos marcados, es decir, la tranquilidad de un país frente a los inversores.
Draghi, expuso que países que ya se han acogido a programas de rescate, como Grecia, Irlanda y Portugal, también podrán beneficiarse del nuevo programa cuando vuelvan al mercado financiero.
El presidente del BCE también dijo que la entidad monetaria interrumpirá la compra de deuda de un país si no cumple las condiciones de reformas económicas, que establecerán los Gobiernos de la zona del euro.
La toma de la decisión de compra de deuda soberana, contó con tan sólo un voto en contra, que al parecer fue el del presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann.
El Bundesbank aseguró en un comunicado que Weidmann «enfatizó en las últimas discusiones su postura crítica sobre la compra de deuda pública por el Eurosistema manifestada en repetidas veces».