| Economista y uno de los mayores expertos y pioneros en RSC de España. |
«La RSC es sentido común»
¿Cómo se mide la RSC de una empresa y qué parámetros o criterios se siguen en esta medición?
La RSC se mide en la memoria de sostenibilidad. Existe una metodología de criterios sostenibles y se plasman en los denominados “informes de progreso” que aplica el Pacto Mundial, que pueden estar financiados por ICO. Se trata de un software que mide la calidad de la RSC que ha aplicado la empresa. Estos informes se comparan año a año.
¿Por qué hay empresas a las que les cuesta tanto interiorizar la RSC?
La RSC es sentido común. No todos los que dicen que hacen RSC la hacen pero hay quien lo hace y no es consciente. Hay muchos tópicos que la asocian a caridad o a mecenazgo, pero eso no es más que el 1%. Las empresas que crean empleo son RSC. Una empresa que sobrevive ya es RSC. No hay criterios mínimos, cada uno la aplica según le dictan sus principios. Lo único que diferencia el sentido común de la RSC es el planteamiento contable: es la comunicación o cómo llamamos las cosas por su nombre. El lenguaje difiere del lenguaje convencional de la contabilidad. Hay que desmontar la idea de que la RSC es cara: llevar una memoria de sostenibilidad no es tan caro, se trata de aplicar una metodología y manejar datos que ya existen y a partir del primer año, la cosa se simplifica.
¿Quién es responsable de aplicar RSC?
Son los líderes: el CEO, presidente, director general, quienes marcan los criterios de RSC a nivel macroeconómico, son los que tienen que liderar en todos los sentidos. La RSC repercute en la empresa, en el trabajador, en la sociedad y en la economía. La responsabilidad es de los líderes que tienen que convencer, motivar, persuadir. En España los líderes en este país no están a la altura de las circunstancias. Ni los sindicales, ni los empresariales ni los políticos: estamos donde estamos por culpa de los líderes. Unos han sido miopes, otros tramposos, otros avariciosos, otros corruptos, otros se han aprovechado de la ley, otros han usado información privilegiada, otros han pactado precios.
¿Puede suponer la RSC una esperanza de aclarar los mercados?
Sí, puede serlo, pero su obligatoriedad puede desvirtuarla. La práctica de la RSC ha de ser voluntaria porque cada empresa tiene sus propias áreas de mejora. Para cada empresa el planteamiento es diferente. Unos tienen que mejorar la satisfacción de sus trabajadores, otros que adoptar medidas medioambientales, otros vender más en el extranjero… Para las empresas que cotizan en bolsa, la memoria de sostenibilidad es voluntaria pero como todos la publican ¡ay del que no lo hiciera!
¿Qué debe hacer el Estado o los gobiernos?
El Estado puede ayudar a implementar la RSC incentivando a las empresas que la practican frente a las que no, en sus pliegos públicos o subcontratas. La administración pública debe dar puntos a las empresas que destaquen por su RSC, ya que una contrata sostenible es más rentable. Por tanto, son cosas que la administración pública debería tener en cuenta más que obligar. Los gobiernos regionales ofrecen subvenciones y otorgan premios en estos ámbitos pero deberían hacer más.
Por ejemplo: los códigos de buen gobierno publicados en España con respecto a empresas cotizadas han propuesto diferentes actuaciones, entre ellas, que se explicitara la remuneración de cada directivo.
Ahora se remunera a la baja pero se aumenta en incentivos, porque al final así conviertes a tus trabajadores en socios, y eso es RSC. Según el Club de Excelencia en Sostenibilidad, invertir en TICS ahorraría 600.000 millones de euros y estamos hablando de 218.000 puestos de trabajo. Estados Unidos es el paradigma, hay que buscar el socio, no el trabajador. En España el que lleva mucho tiempo en el trabajo expulsa al recién llegado y es injusto.
¿Y cómo puede ser útil la RSC en la internacionalización de una empresa?
LA RSC da más credibilidad a todas las partes interesadas: estás garantizando otro criterio más de rentabilidad. La RSC es transversal y da también información sobre la empresa, bien sea a accionistas, inversores, proveedores o clientes. Es una garantía porque para seguir los criterios de RSC hay que llevar a cabo una estrategia a largo plazo. Lo que ocurre es que en la internacionalización a veces se hace trampa con la RSC: sólo eres socialmente responsable si lo eres tú y todas tus partes, proveedores, etc. Si subcontratas tu actividad en China y tu proveedor no es RSC, estás haciendo trampa. Si tu proveedor no es RSC, tú tampoco lo eres.
Cada vez más proveedores internacionales exigen a las empresas con las que contratan una memoria de sostenibilidad o la firma de un código ético, sobre todo en países occidentales.
Una última reflexión.
La RSC no es marketing: es parte de la gestión de una empresa, es estratégica y sirve también para diferenciarse en el mercado. La RSC es transparencia y sostenibilidad y tiene que ver con ofrecer el mejor producto posible de forma transparente y con arreglo a unos parámetros responsables.