Merkel mostró su preocupación por la situación de Grecia, ya que es uno de los mayores factores de inestabilidad de la eurozona, e intercambio opiniones con Lagarde, ya que el FMI participa en los rescates griegos y es miembro de la «troika» (junto a la Comisión Europea y el Banco Central Europeo) que supervisa las reformas a que está obligada Atenas por sus prestamistas.
La canciller alemana hizo hincapié en que hay un deseo de que Grecia siga en la eurozona, pero si el país no cumple sus obligaciones y reduce la deuda, no podrá seguir contando con el apoyo financiero exterior.
Instó a Atenas, con el apoyo explícito de Sarkozy, a «acelerar» sus negociaciones con el sector financiero privado, que participa de forma extraordinaria en el segundo rescate heleno, para acordar la quita «voluntaria» del 50% de su deuda. Merkel agregó que sin una solución definitiva en este ámbito, que afecta principalmente a entidades bancarias francesas y germanas, «no será posible el pago del siguiente tramo para Grecia».
Lagarde se desplazará hoy a Francia, donde tiene previsto entrevistarse con Sarkozy para abordar también la situación de Grecia.