La nueva línea de AVE en servicio consolida a España como el primero de Europa, por delante de Francia o Alemania, y segundo del mundo después de China.
Fomento subrayó que la puesta en explotación de la línea representa la inclusión de Galicia en el mapa de la alta velocidad española, que ya conecta directamente 27 ciudades, y supone «una mejora del sistema de transporte interregional, que facilita la vertebración de la Comunidad e impulsa el desarrollo socioeconómico y la competitividad empresarial».
La construcción de esta infraestructura ha supuesto una inversión superior a 3.300 millones de euros y va a permitir reducir en una hora los trayectos entre Ourense y A Coruña, con un tiempo de viaje de una hora y ocho minutos, y de Ourense a Santiago, que se podrá realizar en 38 minutos. Esta inversión es actualmente la mayor inversión en obra pública que ha hecho Galicia.