Steven Englander - Moneda Única
Estratega senior de divisas de Citi..

«Deberá existir una respuesta monetaria más amplia para restaurar la confianza»

¿Cómo ve el panorama general actual del valor de las divisas euro – dólar – yen – yuan? ¿Qué es mejor –qué seguridad pude ofrecer Citi- para los empresarios exportadores españoles en cuanto a los eventuales riesgos por cambio de divisa?

El euro seguirá sometido a presión hasta que los inversores vean con claridad una solución a la deuda soberana. Dudo que esa resolución sea inmediata, así que el euro estará algo más débil durante algunos meses más. La fuerza del dólar es un reflejo del pesimismo global. En cuanto este pesimismo retroceda, los inversores volverán a vender dólares. El Yuan seguirá revalorizándose, ya que la economía china está centrada en reformas internas más que en un crecimiento de las exportaciones. El Yen se encuentra en banda de fluctuación, pero hay señales de que algunos inversores japoneses empiezan a perder la paciencia con la presión fiscal.

En un mercado enormemente inseguro y volátil, la mejor política es ser lo más conservador posible. Es muy importante alinear la exposición y la duración. Contamos con un crecimiento ralentizado en todos los mercados, con lo que los beneficios de la exportación irán cayendo. Además, hay que ser conscientes de que si ocurre algún desastre en la zona euro, se enfrentan a riesgos tanto monetarios como económicos.

¿Cree posible la desaparición del euro?. Si es así, ¿qué tiene que ocurrir para que esto se produzca? Y si se produjera, ¿qué supondría eso para la economía europea y en concreto para la española?

No esperamos que la zona euro se desintegre pero aumentan los riesgos y son mucho mayores de lo que se esperaba incluso hace unos meses. El gran riesgo de desastre viene de un error de cálculo de tipo político o un accidente mucho más que de un plan cuidadosamente establecido. Si desapareciera el euro, sería un desastre tanto para los países del núcleo como para los periféricos. Es imposible volver a la situación de 1997 sin un enorme trastorno tanto financiero como económico. Una ruptura sería el resultado más caro tanto para los países – núcleo como para los periféricos.

La imposibilidad del intervencionismo de los países de la órbita del euro ¿Es un mal endémico?¿Lo es para nuestro país?¿Incide esto en la pérdida de competitividad con respecto a otras mercados que sí influyen directamente en sus divisas?

La cuestión no es la imposibilidad de intervención. Los países exageran la efectividad de la intervención salvo en circunstancias muy limitadas. La libra y el dólar se han depreciado mucho sin haber contribuido a sacar a sus economías del bache. El hecho de que la media de índices a largo plazo de la eurozona esté 300bps por encima de otros países del G10 es importante y el Banco Central Europeo debería actuar para rebajar estos índices a un nivel consistente con los riesgos de inflación y el crecimiento. Quizá debería prestarse más atención a cómo son de ajustadas las condiciones crediticias y monetarias en la euro zona y si esta es la política monetaria adecuada.

En un momento como este, ¿es mejor para las compañías de una nación tener una economía abierta o cerrada?

Tener una economía abierta supone una ventaja cuando el comercio puede ayudar a diversificar fuera del origen del shock. Probablemente supone una ventaja, como media, a la larga. En cualquier caso, la respuesta no está clara puesto que las economías abiertas y cerradas están bajo presión en estos momentos.

¿Cuándo considera posible la recuperación de la CONFIANZA de los mercados en la economía de la zona euro?

Creo que los diseñadores de las políticas comienzan a comprender que la austeridad, por sí misma no va a funcionar y que deberá existir una respuesta monetaria más amplia para restaurar la confianza. No será una cuestión de días o semanas, pero cabe esperar que a finales del primer trimestre de 2012 haya algo más de claridad. El abanico de opciones se está cerrando y parece que en la discusión sobre políticas comienza a entrar algo de realismo. Nos acercamos al juego final, pero aún no hemos llegado. Cuando lleguemos, existirá la posibilidad de una convergencia positiva si las políticas de austeridad y apoyo a la moneda resultan creíbles.

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