| Presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). | 
“Es la hora de hacer entre todos un gran pacto para salir de la crisis
Acaba de cumplir siete meses al frente de la CEOE, donde sustituyó a Gerardo Díaz Ferrán, tras ganar por amplía mayoría el proceso electoral abierto para la sucesión del dimitido presidente. Nacido en Barcelona hace 54 años, casado y con tres hijos, fue presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo Nacional entre 1995 y 2011. Buen comunicador y con bien ganada fama de dialogante, Juan Rosell llega a su cita con el Ágora de El Economista, acompañado de su Estado Mayor: el secretario general, José María Lacasa, y los vicepresidentes Jesús Terciado, Arturo Fernández, Jesús Banegas y Santiago Herrero. Habla pausadamente, pero con rotundidad y sin esconderse. Y en su exposición destacan la claridad de ideas y la firmeza de sus convicciones.
Entre las recetas para salir de la crisis que ha recomendado en sus palabras a los empresarios ha destacado la necesidad de reestructurar la administración territorial del Estado. ¿Qué habría que hacer en este aspecto?
En primer lugar evaluar y adelgazar el sector público. El Estado tiene que simplificar mucho su estructura. En España hay un exceso de administraciones, tenemos hasta cinco niveles administrativos y debemos reducir su número. El ajuste del sector público precisa en primer lugar que el gobierno central y los gobiernos locales y autonómicos reduzcan el gasto público corriente y deben hacer un esfuerzo para aumentar su eficiencia. Esto es algo que han hecho las empresas. Además sería conveniente una mayor participación del sector privado en la producción, que no en la provisión, de los servicios públicos. Los gobiernos no quieren dar disgustos a sus votantes, pero tienen que entender que es mejor equivocarse que no hacer nada. Tenemos que convencernos de que la solución a la crisis sólo va a venir por la vía de trabajar mucho, hacer sacrificios y llamar a la responsabilidad de cada uno. Los empresarios solo queremos que se hagan las reformas que hay que hacer con la mayor intensidad posible, y si el Gobierno se siente capaz, se siente fuerte y se siente respaldado, que las haga. En caso contrario que deje sitio a otro, pero primero debe responder a esa pregunta.
Al margen de la reforma laboral, ¿en dónde es necesario actuar con urgencia?
Necesitamos leyes nuevas y mejores. Hay que hacer que la legalidad sea absolutamente real. Tenemos que acabar con el amiguismo y con la corrupción. Penalizar o impedir el absentismo fraudulento, el fraude fiscal. Combatir y evaluar a los funcionarios prepotentes e incumplidores. A quien se apunte al paro porque sí habrá que decirle que no. Los desempleados tienen que formarse al mismo tiempo que cobran la prestación.
En España estamos inmersos en un proceso de cierta complacencia y las soluciones sólo van a venir por la vía de trabajar mucho y hacer muchos sacrificios. La gestión de la crisis no ha sido buena, necesitamos crecer al 2 por ciento para crear empleo, tenemos un grave problema de deuda, el déficit se ha disparado y ha alcanzado una dimensión monstruosa que hay que parar y ante la que no se ha presionado suficiente a los gobiernos para cortarlo.
También ha reclamado un pacto de Estado para salir de la crisis.
Gane quien gane las elecciones habría que hacer entre todos un gran pacto para salir de la crisis. Es la hora de pactar sin apriorismos, corriendo riesgos y haciendo las reformas necesarias, pero con orden. No va a ser nada fácil, nos va a costar muchos sacrificios y, a lo mejor, pagar más impuestos y tener menos servicios. No va a ser fácil, pero la vida no es fácil.
Entonces, ¿es usted partidario de subir impuestos?
En situaciones excepcionales hay que aplicar medidas también excepcionales. Es evidente que hay una mayoría de países en Europa en los que se han disparado los gastos y no hemos sido capaces de reducirlos. Si queremos mantener nuestro estado social no podemos seguir por el camino del déficit. Entonces, si en algún momento hay que elevar algún impuesto o eliminar alguna deducción o bonificación, creo que todo el mundo lo entendería.
¿Habría que tocar también el IVA?
Lo que hay que hacer es tener impuestos parecidos en toda la Unión Europea y nosotros tenemos uno de los IVA más reducidos de la Zona Euro. Ocurre lo contrario que con las cotizaciones sociales, donde estamos entre las más altas de Europa. Esto tiene que igualarse y el mapa impositivo europeo tiene que ser similar para todos los estados miembros. La Unión Europea como unión política no es suficiente. Hay que profundizar en Europa para conseguir una unión política, económica, fiscal y presupuestaria, con leyes parecidas en materia laboral, educativa o energética.
¿Porqué no fue posible el acuerdo con los sindicatos para reformar la negociación colectiva cuando éste es un tema importante para relanzar la actividad?
Durante la negociación para reformar la negociación colectiva nos hemos reunido con los sindicatos durante muchísimas horas y hemos evidenciado que hay ciertas diferencias de opinión. Pero estamos convencidos de que tenemos que mover ficha. Quizás hemos sido demasiado ambiciosos, pusimos encima demasiados temas y eso llevó la negociación al fracaso. Sin embargo, estamos viendo muchos convenios individuales de empresas y sectores en los que se están llegando a acuerdos en la dirección que
nosotros apuntábamos. El problema que tuvimos en la negociación con los sindicatos es que buscábamos soluciones globales porque la legislación laboral de este país es de hace cuarenta años y la economía de hoy no tiene nada que ver con la de hace cuarenta años. Pero no lo supimos hacer.
¿Es posible todavía pensar en acuerdos concretos sobre algunos temas pendientes para impulsar la creación de empleo?
La mesa de diálogo social sobre empleo y contratación está abierta y ahí podríamos llegar a acuerdos puntuales en fechas próximas, por ejemplo en materia de formación.
Otro de los grandes problemas que tienen las empresas es la fuerte restricción del crédito por parte de las entidades financieras.
El país tiene un problema financiero importantísimo. La financiación de las pymes es un problema importantísimo y el crédito ha tenido un crecimiento negativo el último año. Es evidente que nuestro sector financiero tiene una forma de enfocar el crédito muy distinta a la que tenía hace años. Y esto es importante porque las empresas somos la solución, porque la reducción del paro no va a venir a través del empleo público, sino de las pequeñas y medianas empresas y de los autónomos.
Y, hablando de reformas. Usted llevaba entre las medidas prioritarias de su programa la reestructuración y modernización de CEOE, ¿Cómo y para cuándo?
Estamos en ello. Nuestros órganos de gobierno son los que tienen que decir a dónde vamos. Pero lo que si tenemos muy claro es que tenemos que reducir gastos y vamos a ello.
 
 
 
   
   
  