Los bancos latinoamericanos están en mejor situación que los de las economías más desarrolladas para afrontar los requisitos de Basilea III, la reforma bancaria que impone normas financieras más estrictas y que será aprobada esta semana en Seúl por el G-20.
Así se desprende de las conclusiones del «Seminario Iberoamericano: La Regulación de Basilea III», celebrado ayer en la ciudad de Punta del Este, a unos 140 kilómetros de Montevideo, como anticipo de la 44 Asamblea anual de la Federación Latinoamericana de Bancos, cuya apertura oficial será el martes en esa localidad.
Enrique Iglesias, Secretario General Iberoamericano, afirmó tras concluir el encuentro que “Latinoamérica está ahora mejor preparada que los países centrales en materia de supervisión bancaria», lo que le da ventaja frente al nuevo escenario de exigencias financieras. «Necesitamos afinar los mecanismos para evitar que esa expansión no nos lleve a burbujas», como las sufridas por Estados Unidos y la Unión Europea, agregó.
Basilea III es el conjunto de medidas acordadas en septiembre pasado por los gobernadores de los bancos centrales y las autoridades monetarias de los 27 países miembros del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS, por su sigla en inglés) para reforzar la solvencia y liquidez de entidades de crédito.
Entre otras cosas el acuerdo establece que las reservas sobre el total de activos de las entidades que presten dinero deberán aumentar gradualmente del 4 al 6 por ciento para 2019, meta que según Iglesias la mayoría de instituciones de esa índole en América Latina ya han alcanzado.
Asimismo exige a los bancos reservas adicionales de emergencia del 2,5 por ciento para evitar que crisis como la desatada en 2008 obliguen a usar dinero público.
También introducirá desde 2015 el coeficiente de cobertura de liquidez a corto plazo o LCR, con el objetivo de que las entidades puedan hacer frente a unos 30 días de flujo de caja en situaciones de emergencia.
Desde 2018 impondrá además el coeficiente de financiación estable neta a largo plazo para que las entidades bancarias reorganicen su estructura y mantengan fuentes más seguras de financiación.
Además de Iglesias, en el seminario participó Raimundo Poveda, ex director general de Regulación del Banco Central de España; David Vegara, director adjunto del Departamento de Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), y representantes de Uruguay, Brasil, Argentina y Perú, entre otros