Dos de los tres consorcios precalificados están liderados por grupos españoles. FCC se presenta con la brasileña Odebrecht y con trenes de la francesa Alstom, mientras que Acciona participa de la mano de la también española Construcciones Auxiliares de Ferrocarriles (CAF), la japonesa Mitsubishi y la mexicana ICA.
El tercer consorcio, compuesto exclusivamente por empresas italianas, lo lidera Impregilo -socio de Sacyr Vallehermoso en las obras del Canal de Panamá- con Ghella y Astaldi y con trenes de Ansaldo Breda.
El resultado de la adjudicación se dará a conocer en el mes de septiembre y las obras están previstas que den comienzo a partir de octubre. La línea tendrá una longitud de unos 14 kilómetros y contará con 16 estaciones. El contrato incluye, además de la horadación y levantamiento del trazado, la instalación de patios, talleres y un centro de control y mando para la operación del metro.
Antes de conocer quién se queda con las obras del suburbano panameño se sabrá el nombre del consorcio que gestionará y supervisará el proyecto, asesorará a las autoridades panameñas e incluso escogerá a las constructoras que lo desarrollarán.
Si no hay cambios de última hora, parece que la concesión será atribuida a la unión de empresas liderada por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), la operadora del metro de la Ciudad Condal. TMB presentó junto a la andaluza Ayesa y la venezolana Inelectra una oferta por 27,92 millones de dólares (unos 22 millones de euros), superando a las propuestas de Renfe y Feve o de los Ferrocarriles de la Junta de Andalucía.