Eduardo Bolinches
Bolsacash.com y rofesor de la Escuela de Finanzas de Intereconomía.
«El presupuesto debe ser equilibrado, el Tesoro debe recibir ingresos, la deuda pública debe reducirse, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada y la asistencia a los países extranjeros debería reducirse para que Roma no se declare en bancarrota. La gente debe volver a aprender a trabajar, en vez de vivir de la asistencia pública.”
Cicerón. 55 a. C.
| ¿Cómo es posible pegarnos un segundo chapuzón sin salir de la piscina? |
Si Cicerón entrara hoy en el Congreso de los EE.UU. e hiciera esta declaración, seguro que los congresistas usarían la Ley patriótica para encarcelarlo de por vida, incriminándolo por ser una especie de terrorista económico. ¿No creen?
Los medios de comunicación se encargan de dibujar una situación en la que el empleo se recupera y el crecimiento está a la vuelta de la esquina. Luego sale Bernanke y dice que estamos ante un período con crecimiento lento y advierte sobre los excesivos gastos del gobierno, pero no ofrece ninguna alternativa ni solución simplemente porque no sabe cuál es. Sólo últimamente hay algunos analistas que se preguntan si existe algún riesgo de ver una doble recesión pero la respuesta estándar es un gran “NO”. Sin embargo yo me pregunto: ¿Cómo es posible pegarnos un segundo chapuzón sin salir de la piscina?
La única realidad es que estamos luchando contra la deflación y esta lucha comenzó tarde y mal. Primero tirando los tipos de interés al suelo y segundo con la imprenta. Ninguna de estas dos opciones están funcionando. Mientras tanto, Bernanke y Geithner están tratando ahora de encontrar la manera de ofrecer más estímulos, pero puesto que ya declararon la victoria sobre la recesión tienen un problema.
Nada de esto pasa desapercibido por el mercado más inteligente: El mercado de divisas. El Index Dollar tiene una clara tendencia principal bajista desde hace 9 años. A lo largo de esta larga travesía, que aún no tiene indicios de terminar, hemos visto reacciones alcistas secundarias. La última de ellas comenzó a finales del mes de noviembre del año pasado y todo parece que ha finalizado con el mes de mayo de este año. Esto llevó a la paridad euro-dólar a descolgarse desde los 1,51 hasta los recientes mínimos ligeramente por debajo de los 1,20; y con ello se encendieron las alarmas. Se han escuchado muchas voces, unos abogaban que un euro “barato” ayuda a las empresas exportadoras a ser más competitivas y por lo tanto podrían reactivar la economía, otros sin embargo veían una clara señal de los mercados exigiendo una política común en la Eurozona y un control del déficit presupuestario de los países europeos.
Yo sin embargo veo las cosas de manera diferente. No se trata de averiguar si un euro barato es bueno o malo para las empresas españolas sino de comprender lo antes posible que el BCE ha tomado la decisión de utilizar los mismos helicópteros que Bernanke para reactivar la economía con la imprenta y recordar que esto no le funcionó a la FED y no le va a funcionar al BCE. Lo único que se va a conseguir es añadir más presión bajista al euro. Esto en sí no es muy problemático porque efectivamente los exportadores se hacen más competitivos, el verdadero problema es la deuda, que pronto será insostenible para varios países entre los que nos encontramos y la deflación que China está exportando al resto del mundo, lo que desembocará en una espiral deflacionaria que se alimentará por si mismo anulando por completo al consumidor y por lo tanto un agravamiento de la crisis que ya comenzó hace ahora tres años.
Eduardo Bolinches
Bolsacash.com y rofesor de la Escuela de Finanzas de Intereconomía.