Los ministros de Turismo de la Unión Europea, reunidos de manera informal la pasada semana en nuestro país, han aprobado la llamada Declaración de Madrid. Un documento en el que se recogen una serie de recomendaciones, que se van a trasladar después a la Comisión Europea, y en el que se destaca, entre otras cuestiones, la promoción de un turismo responsable y la sostenibilidad medioambiental, cultural y económica del mismo. Todo ello, mediante la acción coordinada de la UE con sus Estados miembros y el resto de la Comunidad Internacional. La declaración incide, asimismo, en facilitar el acceso a las vacaciones a aquellos grupos de movilidad reducida o económicamente más desfavorecidos en el llamado turismo social.
Otro punto de la declaración hace hincapié en profundizar en la protección efectiva del consumidor de productos turísticos, mediante la armonización de las normas de protección, ante la multiplicidad de lenguas, normas y sistemas jurídicos existentes hoy. Además, también se menciona la I+D+i, pieza clave en el sector turístico, en este caso como herramienta para mantener la competitividad en un entorno económico globalizado.
Por otro lado, la aparición de nuevos mercados emisores como la India, China o Rusia presenta una oportunidad de crecimiento para el turismo en Europa, por lo que, según la Declaración, resulta necesario desarrollar una nueva política de emisión de visados acorde con la nueva situación del mercado y capaz de no estrangular la demanda. Se trata, en definitiva, «de trabajar conjuntamente en la promoción de los destinos turísticos europeos en mercados lejanos así como para los ciudadanos europeos».
Por último, señalar que los ministros han debatido también sobre el proceso de envejecimiento gradual de la población europea, que está permitiendo una mayor disponibilidad para viajar fuera de los periodos de mayor concentración de turismo, lo que va a favorecer la desestacionalización necesaria de este sector y fortalecerá, sin duda, el sentimiento de identidad de los ciudadanos europeos.
La Presidencia española, por su parte, aprovechó la coyuntura para presentar el proyecto de Turismo Senior Europa con la intención de trasladar esa iniciativa a otros países europeos. Se trata de una experiencia piloto que facilita el traslado de ciudadanos europeos a destinos españoles tales como Andalucía o Baleares, y en él participan un total de 16 países, a saber: Eslovaquia, Holanda, Bélgica, Polonia, Eslovenia, Hungría, Italia, Austria, Grecia, Portugal, Dinamarca, Francia, República Checa, Rumania, Bulgaria e Irlanda. A fecha de hoy, han viajado a España acogiéndose a este programa un total de 49.846 personas.