El sector marítimo experimentó en 2009 el peor declive económico desde el inicio de la containerización, con un descenso en los volúmenes transportados aproximadamente de un 10%. Son los datos que se desprenden del último informe anual, titulado World shipping and shipbuilding markets in 2009, y que ha realizado el broker Barry Rogliano Salles.
En su estudio, Salles estima que, debido a la cancelación y al retraso de entregas de buques, el número de nuevos buques incorporados a la flota fue menor de lo previsto y ésta aumentó sólo un 7% en 2009, frente a un declive del comercio marítimo de un 3%. El desguace de buques alcanzó 36 millones de toneladas, llegando a los récords registrados en la década de los 80, mientras que el almacenamiento de crudo a flote inmovilizó al 6% de la flota de petroleros, permitiendo al mercado, con ayuda de un duro invierno, alcanzar a finales de año índices de fletes más elevados. En el mercado de portacontenedores, como consecuencia de que alrededor de un 10% de la flota ha estado amarrada y a la introducción de la operación a velocidad reducida, el flete del transporte de un contenedor entre Asia y Europa alcanzó, a finales de 2009, “un nivel tan bajo que nadie podría haber previsto al principio del año”.
Por su parte, en el mercado de graneleros, los niveles de fletes se mantuvieron en cotas aceptables gracias, en este caso, a la gran demanda generada por China, cuyas importaciones aumentaron en más de 270 millones de toneladas en 2009. Y por lo que respecta al mercado de segunda mano se recuperó igualmente, según Salles, con un número total de compraventas similar al de 2008, aunque con un precio medio entre un 40% y un 50% inferior.
El autor de este estudio señala, asismismo, que el retraso de la entrega de los buques de nueva construcción «sólo pospone el problema de la sobrecapacidad, y el mercado todavía debe absorber en los próximos 3 años cerca de un 40% de la flota existente, el 65% para los grandes graneleros”, y añade que el gran vencedor final será China, que no ha reducido su capacidad de construcción naval y que en 2009 se convirtió en el mayor comprador de tonelaje de segunda mano, por delante de Grecia. «China -afirma Salles- podrá hacerse con una gran flota a precios moderados, como lo hizo Japón hace 30 años, y así podrá controlar mejor el transporte de sus mercancías manufacturadas y de las materias primas que su industria tanto necesita». Mientras tanto, y según el estudio, la crisis acelerará el cambio del centro de gravedad global hacia Asia, un hecho irreversible que reducirá inevitablemente el peso marítimo de los países occidentales.
“Quizás hemos dejado atrás la recesión -concluye Salles-, pero todavía nos estamos recuperando y aún es posible una recaída, que crearía una fuerte volatilidad en los mercados marítimos”.