La Caixa cerró ayer la colocación de una emisión de cédulas hipotecarias por un importe total de 1.000 millones de euros, con un plazo de amortización de seis años. Esta emisión, que en principio ha recibido una buena acogida en los mercados de capitales, aprovecha el interés de los mercados por emisiones de entidades con alta calidad crediticia y consolida la excelente posición de liquidez de la entidad catalana.
La emisión ha obtenido una buena respuesta entre los inversores nacionales e internacionales y se incluye dentro de la planificación financiera de la entidad, que aprovecha las posibilidades que ofrece el mercado para reforzar aún más su posición de liquidez. Y es que, a fecha 31 de diciembre de 2009, el grupo La Caixa contaba con un nivel de liquidez de 21.208 millones de euros, el 7,8% del activo, por lo que se mantiene entre los más altos del sistema financiero español.
Los títulos emitidos han generado una demanda de unos 1.300 millones de euros y han despertado el interés de más de 70 inversores, tanto europeos como de otros continentes, entre los que se ecuentran bancos, fondos de inversión, compañías de seguros y fondos de pensiones.
En la distribución geográfica, la participación de España ha sido de un 36% de la emisión, mientras que el 64% restante se ha distribuido entre inversores internacionales, principalmente, de Alemania, Francia y Reino Unido, con un porcentaje del 21%, 19% y 11%, respectivamente. El precio de la emisión se ha fijado en 90 puntos básicos sobre el midswap, el índice de referencia para las emisiones a tipo fijo.